La Inteligencia Artificial generativa y su impacto en el mundo del arte
La Inteligencia Artificial (IA) generativa ha supuesto una revolución en el ámbito del arte y la escritura, posibilitando la creación de obras de arte y textos a partir de datos preexistentes. Sin embargo, esta innovación tecnológica ha generado inquietudes en relación con el uso de datos personales y creativos sin el consentimiento de los artistas y escritores implicados.
Artistas y escritores reclaman su derecho a decidir
Artistas y escritores de todo el mundo están luchando por tener voz en cómo se utiliza su trabajo en la IA. Han surgido demandas y protestas públicas contra modelos de IA que incorporan su arte sin su permiso, lo que ha llevado a las empresas a responder a estas preocupaciones.
Empresas como OpenAI y Meta han implementado programas de «opt-out» para permitir a las personas eliminar su trabajo de futuros modelos. OpenAI, por ejemplo, ha introducido este sistema en su generador de imágenes a texto, Dall-E. Meta también ha seguido un camino similar, permitiendo solicitudes para eliminar datos personales usados en sus modelos de IA generativa.
Problemas y críticas al sistema «opt-out»
No obstante, estos programas no están exentos de problemas. En el caso de Meta, ha habido malentendidos sobre cómo funciona realmente su programa «opt-out». Según los informes, no existe una forma funcional real para optar por no participar en la formación de IA generativa de Meta.
Los artistas han expresado su frustración con el proceso de solicitud para eliminar datos. La ilustradora Mignon Zakuga calificó el proceso como «horrible», mientras que la artista digital y fotógrafa rumana Mihaela Voicu lo consideró «una mala broma». La artista conceptual Bethany Berg sintió que era solo una estrategia falsa de relaciones públicas.
La postura de Meta ha sido objeto de críticas. La empresa exige a las personas que proporcionen pruebas de que sus modelos se han entrenado con su trabajo o datos personales. Sin embargo, esto resulta difícil para las personas, ya que Meta no ha revelado detalles específicos sobre los datos con los que ha entrenado sus modelos.
En conclusión, aunque la IA generativa ofrece un mundo de posibilidades para el arte y la escritura, también plantea serias preocupaciones sobre el uso de datos personales y creativos. Las empresas deben tomar medidas para garantizar que se respeten los derechos de los artistas y escritores, y proporcionar una forma clara y efectiva para que las personas opten por no participar en la formación de modelos de IA.
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