El debate sobre la Inteligencia Artificial y los derechos de autor
El uso de la Inteligencia Artificial (IA) generativa ha desencadenado un conflicto legal en torno a los derechos de autor. Herramientas como GPT-3 de OpenAI, que utilizan obras protegidas por derechos de autor para su entrenamiento, han generado un debate sobre el uso justo de este material. Los desarrolladores de IA sostienen que el uso de material protegido es legal y necesario para el desarrollo y mejora de sus herramientas. Sin embargo, esta postura ha encontrado resistencia entre los creadores de contenido, quienes ven amenazada su propiedad intelectual ante la capacidad de estas herramientas para imitar sus obras.
Enfrentamiento público en LiveWIRED
Este debate se hizo evidente durante el evento LiveWIRED en San Francisco, donde líderes de la resistencia y defensores de los derechos de las empresas de IA se enfrentaron en un debate público. Mary Rasenberger, CEO del Authors Guild, defendió la postura contraria al uso justo en el entrenamiento de IA. El Authors Guild ha presentado una queja formal contra OpenAI y Microsoft, acusándolos de violar los derechos de autor. La propuesta del gremio es que las empresas obtengan permisos y paguen licencias para usar las obras protegidas.
Diferentes perspectivas sobre el conflicto
Sin embargo, esta postura no es compartida por todos. Mike Masnick, CEO del blog Techdirt, defiende el uso justo en IA generativa. Comparó este conflicto con disputas legales anteriores relacionadas con la indexación creativa y criticó el concepto de copyright como un esquema para enriquecer a los editores.
Desde una perspectiva legal, Matthew Butterick argumenta que el verdadero debate radica en el poder que buscan acumular las empresas tecnológicas. Según él, el problema no es tanto el uso de las obras, sino quién controla y se beneficia de la IA.
Masnick respondió a Butterick argumentando que la preocupación debería ser quién gana poder con la IA. Según él, el pago a los artistas podría beneficiar a las grandes empresas de IA, ya que podrían permitirse pagar licencias mientras que las pequeñas empresas no.
Rasenberger respondió a Masnick comparando los ingresos de los autores con la valoración de OpenAI. Según ella, existe una desigualdad de poder entre las empresas tecnológicas y la comunidad artística que debe ser abordada. En su opinión, las empresas deben compensar a los creadores por el uso de sus obras para entrenar sus herramientas de IA.
Sarah es además de experta en marketing digital, creadora de contenido con amplia experiencia en el campo. Graduada en Sociología por la Universidad de Barcelona y con un Postgrado en Marketing Digital en Inesdi, Sarah ha logrado destacarse como Directora de Marketing Digital.
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