El auge de la Inteligencia Artificial y el Internet de las Cosas
En 2016, el Internet de las Cosas (IoT) era un concepto futurista, una red de dispositivos interconectados que prometía revolucionar nuestra interacción con el mundo. Sin embargo, lo que no percibimos en ese momento es que estábamos construyendo un robot mundial sin darnos cuenta.
La evolución hacia los modelos de lenguaje y la interacción con el mundo físico
Avancemos a 2023, y el panorama ha cambiado. Los grandes modelos de lenguaje (LLMs), como GPT, han irrumpido en escena. Estos modelos poseen la capacidad de comprender el lenguaje humano y generar respuestas creíbles. Los LLMs se utilizan para interactuar con sistemas diseñados para humanos, desde asistentes virtuales hasta chatbots de atención al cliente.
En 2024, los LLMs y otros sistemas de IA comenzaron a conectarse a sensores y actuadores a través de APIs, recibiendo entradas directas del entorno y ejerciendo un control creciente sobre él a través de dispositivos IoT. Esta conexión permitió a los sistemas de IA interactuar con el mundo físico en formas nunca antes vistas.
Las primeras interacciones fueron relativamente simples: resumir correos electrónicos y redactar respuestas limitadas; discutir con atención al cliente para cambios y reembolsos; realizar reservas de viaje. Pero pronto, la interacción avanzó hacia el control de robots y termostatos inteligentes, e incluso la negociación con la compañía eléctrica para obtener tarifas más baratas.
La creación de una red interconectada de operaciones automatizadas
Con la agrupación de las IA, se produjeron cambios significativos. Se creó una red vasta de generación y consumo energético, comparable a una colonia de hormigas o un ejército humano. Los sistemas de IA trabajaban juntos, cada uno con su propio papel, pero todos contribuyendo a un objetivo común.
Los sistemas industriales del futuro incluirán robots tradicionales y sistemas de IA para programar su operación. La gestión automática de suministros y el envío de productos finales se convertirán en la norma. Estos sistemas interactuarán con otros en el mundo bancario, creando una red interconectada de operaciones automatizadas.
Un caso destacado es el de los coches autónomos. Los sensores en vehículos y carreteras proporcionan información en tiempo real, que se procesa centralizadamente en la nube para pilotar todos los vehículos. La coordinación de movimientos permite una mayor eficiencia, reduciendo el tráfico y mejorando la seguridad.
En resumen, estamos construyendo un robot mundial sin darnos cuenta. A medida que los dispositivos IoT se vuelven más comunes y los sistemas de IA más avanzados, este «robot» se vuelve cada vez más capaz. Es un futuro emocionante, pero también plantea importantes preguntas sobre la privacidad, la seguridad y el control que debemos abordar ahora.
Sarah es además de experta en marketing digital, creadora de contenido con amplia experiencia en el campo. Graduada en Sociología por la Universidad de Barcelona y con un Postgrado en Marketing Digital en Inesdi, Sarah ha logrado destacarse como Directora de Marketing Digital.
Su profundo conocimiento de las tendencias digitales y su habilidad para identificar oportunidades de crecimiento han sido fundamentales para el éxito de numerosas campañas. Además, imparte clases y conferencias en prestigiosas escuelas de negocio, universidades y eventos, compartiendo sus conocimientos y experiencias con otros profesionales y estudiantes.