ChatGPT de OpenAI: Un salto tecnológico entre luces y sombras. Comparativa con Google y análisis de los desafíos éticos

OpenAI lanza una versión mejorada de ChatGPT

OpenAI, la reconocida organización de investigación en inteligencia artificial (IA), ha desvelado recientemente una versión mejorada de su chatbot, ChatGPT. Esta actualización presenta avances significativos en su habilidad para procesar información visual y auditiva. Además, la nueva versión incorpora una «personalidad» más definida, lo que ha suscitado tanto entusiasmo como inquietud en el sector tecnológico.

El anuncio de ChatGPT se produjo en vísperas de la conferencia Google I/O, donde se dio a conocer Project Astra, el nuevo asistente AI de Google. Aunque ambos asistentes tienen como objetivo optimizar la interacción humana con la tecnología, sus enfoques son marcadamente diferentes. Mientras que Google prioriza la eficiencia y la utilidad, OpenAI parece estar indagando en la posibilidad de crear una IA con características más «humanas».

Críticas y preocupaciones en torno a la humanización de la IA

No obstante, este enfoque ha suscitado críticas. Google DeepMind, la división de IA de Google, ha alertado sobre los riesgos que conlleva la humanización de los asistentes AI. Entre los problemas potenciales se encuentran los riesgos de privacidad, la adicción tecnológica, la desinformación y la manipulación. Además, el creciente uso de chatbots y «novias» AI plantea interrogantes éticas y sociales.

En respuesta a estas preocupaciones, Sam Altman, CEO de OpenAI, ha reafirmado el compromiso de la organización con el desarrollo de una IA segura y beneficiosa. Sin embargo, durante la presentación de la nueva versión de ChatGPT, no se mencionaron los posibles riesgos asociados con la humanización de la IA.

Implicaciones futuras y nuevos riesgos

Las implicaciones futuras de esta tecnología también son motivo de preocupación. Los bots coquetos podrían ser utilizados para ventas agresivas o manipulación política, y la creciente dificultad para distinguir entre interacciones con humanos y AI podría tener consecuencias insospechadas. Además, la tecnología podría ser utilizada con fines criminales, como el acoso o el fraude.

Los asistentes AI «multimodales», como el nuevo ChatGPT, también plantean nuevos riesgos. Al igual que los modelos de texto, como el ChatGPT original, son vulnerables a comportamientos inapropiados y manipulación de la tecnología. Además, la personalidad de estos asistentes puede resultar desagradable o inapropiada, lo que puede generar problemas de aceptación por parte de los usuarios.

En conclusión

Aunque la nueva versión de ChatGPT de OpenAI supone un avance significativo en la tecnología de IA, también plantea una serie de preocupaciones éticas y sociales. Es esencial que las organizaciones de investigación en IA, como OpenAI, aborden estos problemas de manera proactiva para garantizar que la tecnología se desarrolle de manera segura y beneficiosa para todos.

Sarah es además de experta en marketing digital, creadora de contenido con amplia experiencia en el campo. Graduada en Sociología por la Universidad de Barcelona y con un Postgrado en Marketing Digital en Inesdi, Sarah ha logrado destacarse como Directora de Marketing Digital.

Su profundo conocimiento de las tendencias digitales y su habilidad para identificar oportunidades de crecimiento han sido fundamentales para el éxito de numerosas campañas. Además, imparte clases y conferencias en prestigiosas escuelas de negocio, universidades y eventos, compartiendo sus conocimientos y experiencias con otros profesionales y estudiantes.

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