La brecha de género en la Inteligencia Artificial
En el ámbito de la Inteligencia Artificial (IA), la brecha de género es un problema persistente. Según WIRED, en 2018 solo el 12% de los investigadores líderes en aprendizaje automático eran mujeres. El Foro Económico Mundial informó en 2020 que solo el 26% de los puestos relacionados con datos e IA son ocupados por mujeres. Sasha Luccioni, una reconocida investigadora en ética de IA, sostiene que este campo presenta un marcado desequilibrio de género.
Las mujeres prosperan en ética y seguridad de IA
No obstante, existe un área dentro del campo de la IA donde las mujeres están destacando: la ética y seguridad de la IA. Luccioni percibe este campo como relativamente inclusivo, lo cual contrasta con la falta generalizada de diversidad en otras áreas del sector.
Conflictos y falta de diversidad: el caso OpenAI
Incluso en este ámbito más inclusivo, han surgido conflictos. Un ejemplo reciente es el caso de OpenAI, una empresa líder en el campo de la IA. Algunos miembros del consejo fueron despedidos tras supuestamente entrar en conflicto con Sam Altman, presidente de OpenAI, sobre la misión de la empresa. Altman interpretó un artículo publicado por uno de los miembros del consejo, Jack Clark, como crítico hacia la empresa. Luccioni opina que este incidente evidencia cómo se están silenciando las voces que abogan por consideraciones éticas.
Tras el conflicto, Altman retomó las riendas y sus disidentes quedaron al margen. El consejo ahora está compuesto por hombres dispuestos a comercializar los productos de OpenAI. Esta junta totalmente masculina es vista por muchos como un indicativo del cambio cultural dentro del sector de la IA. Mientras algunas empresas tecnológicas han estado trabajando para corregir su falta de diversidad, otras han rechazado lo que denominan «wokismo».
OpenAI tiene planes de expandir su junta pronto, lo que ha generado especulaciones sobre quién se unirá. Según Bloomberg, se consideró a Laurene Powell Jobs, Marissa Mayer y Condoleezza Rice, pero no fueron seleccionadas. Este hecho ha generado críticas y ha puesto de manifiesto la necesidad de una mayor diversidad en los niveles superiores del campo de la IA.
En conclusión, aunque las mujeres están prosperando en el campo de la ética y seguridad de la IA, aún queda mucho camino por recorrer para lograr una representación equitativa en el sector en general. El caso de OpenAI es un claro ejemplo de cómo se están silenciando las voces que abogan por consideraciones éticas y cómo la falta de diversidad puede afectar a las decisiones empresariales.
Sandra es especialista en marketing digital y experta en redes sociales. Ha completado un posgrado en Comunicación y RRPP de marcas de moda en Idep Barcelona, así como otro en Marketing y reputación online: comunidades virtuales. Sandra está al tanto de las últimas tendencias y mejores prácticas en redes sociales, y eso se refleja en su trabajo diario generando un impacto positivo en el mundo digital.