Un Acuerdo Histórico para la Regulación de la IA
La Unión Europea (UE) ha alcanzado un acuerdo histórico entre sus 27 Estados miembros y el Parlamento comunitario, estableciendo la primera norma de inteligencia artificial (IA) del mundo. Este acuerdo pionero se produce justo antes de las elecciones europeas de junio de 2024. Las negociaciones para llegar a este pacto han sido extensas y arduas, reflejando la importancia y la complejidad del tema. Aunque el acuerdo es provisional y aún tiene que pasar por varios trámites administrativos, su aprobación representa un paso crucial en la regulación de la IA.
Clasificación de Riesgos y Aplicaciones Prohibidas
La norma se centra en los riesgos identificables que puede representar la IA, proporcionando seguridad jurídica y abriendo el camino a la innovación en una IA fiable. La nueva legislación clasifica la IA en función del riesgo que representan, estableciendo cuatro niveles: mínimo, alto, transparencia específica y riesgo inaceptable. El Parlamento Europeo ha detallado algunas aplicaciones de IA que estarán prohibidas debido a la amenaza potencial que representan. Además, se han establecido medidas de apoyo a la innovación, obligaciones para los sistemas de IA de «alto riesgo» y sanciones para aquellos que no cumplan con las normas.
Controversias y Aspectos Legales
Uno de los aspectos más controvertidos durante las negociaciones fue el uso de la IA en sistemas de vigilancia. La nueva normativa limitará el uso de sistemas de identificación biométrica remota (RBI), como el reconocimiento facial, una tecnología que despierta fuertes recelos por las posibilidades de control que ofrece a los gobiernos. La legislación también regula los modelos de IA generativa, como ChatGPT. Estos modelos, conocidos como IA de propósito general (GPAI), tendrán obligaciones más estrictas si se consideran «de alto impacto». Finalmente, la norma aborda la compleja relación entre la IA y los derechos de autor. Se establecen directrices para garantizar que las obras en las que se basa la IA respeten los derechos de autor, un aspecto crucial para mantener la integridad y la legalidad en el uso de esta tecnología.
En conclusión, este acuerdo representa un hito en la regulación de la IA a nivel mundial. Aunque aún queda camino por recorrer, este pacto sitúa a Europa a la vanguardia en el establecimiento de normas para una tecnología que está transformando rápidamente todos los aspectos de nuestra sociedad.
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