El David tecnológico contra el Goliat de Silicon Valley
Cuando Joe Kiani, CEO de Masimo, una empresa fabricante de equipos médicos con una capitalización de mercado inferior a los 10.000 millones de dólares, decidió demandar a Apple, la reacción del público fue de incredulidad. ¿Cómo podría una compañía relativamente pequeña enfrentarse al gigante tecnológico?
El origen del conflicto: acusaciones de robo de secretos comerciales
El pleito judicial se originó en 2020, cuando Masimo acusó a Apple de robar secretos comerciales y emplear indebidamente algunas de sus tecnologías patentadas. La demanda mencionaba una decena de patentes, entre las que se incluían métodos para medir los niveles de oxígeno en sangre y monitorizar la frecuencia cardíaca.
En el epicentro del conflicto se encontraba Marcelo Lamego, ex CTO de Masimo, quien fue contratado por Apple. Según Masimo, Lamego tenía acceso sin restricciones a información técnica confidencial que posteriormente habría utilizado en su nuevo puesto en Apple.
A pesar de que el caso no obtuvo un veredicto unánime y fue declarado nulo, dejando a Masimo sin la posibilidad de recibir 1.800 millones de dólares en compensación, la compañía no se rindió. Decidió invertir millones en la batalla judicial y abrió otro frente en la Comisión Internacional de Comercio (ITC), buscando vetar la importación y venta del Apple Watch en Estados Unidos.
La respuesta de Apple y el futuro incierto
Apple no se quedó atrás y negó las acusaciones. Incluso acusó a Masimo de copiar su tecnología y presentó una contrademanda tras el lanzamiento del primer reloj inteligente de Masimo, el W1.
Masimo no es ajena a las disputas por infracción de patentes. En 2006, ganó una disputa contra Nellcor y obtuvo otra victoria ante Royal Philips en 2016.
En octubre, la ITC concluyó que Apple infringió patentes y prohibió la importación de ciertos modelos de Apple Watch. Sin embargo, Apple apeló la decisión y un tribunal concedió una moción de emergencia para dejar la medida sin efecto.
El desenlace de esta batalla judicial es incierto. Hasta ahora, Masimo ha gastado casi 100 millones de dólares en su lucha contra Apple. Kiani busca un acuerdo en el que Apple pague por la tecnología de Masimo y cambie su relación con empresas más pequeñas. Aunque el camino es incierto, lo que está claro es que Masimo no se rendirá fácilmente en su lucha por proteger sus innovaciones.
Sandra es especialista en marketing digital y experta en redes sociales. Ha completado un posgrado en Comunicación y RRPP de marcas de moda en Idep Barcelona, así como otro en Marketing y reputación online: comunidades virtuales. Sandra está al tanto de las últimas tendencias y mejores prácticas en redes sociales, y eso se refleja en su trabajo diario generando un impacto positivo en el mundo digital.